17 Jul
17Jul

El día sábado 13 de Julio Familiares, conocidos y público en general hacían presencia en la cafetería Brewers del municipio de Atlixco con el propósito de pasar un momento apacible, agradable y familiar, y de esto se encargarían el coro de Los pequeños Cantores de Atlixco y el cuarteto de Cellos del Centro de Iniciación Musical Ahuehuetes de la CDMX.
Poco a poco quedaban menos sillas vacías, la gente se acomodaba y ordenaba lo que más le apetecía para calmar las ansias del inicio del recital: café americano, frapuccino, infusión o una rebanada de pastel era lo que más abundaba.
Las luces cálidas del lugar se asomaban tras los últimos rayos de sol y los primeros aplausos de la noche llegaban tras la entrada al escenario del coro de Los pequeños Cantores de Atlixco; 19 niños entonando en unísono diferentes melodías, acompañados de un piano a cargo de la directora de la agrupación, María Victoria Ramón.
Con una trayectoria de cinco años, Los pequeños Cantores de Atlixco amenizaban con un canto ancestral, el ya famoso Xochipitzáhuatl, villancico africano, entre otras, demostrando también su habilidad en el violín y la conga, 
El coro hacía vibrar al público con su última pieza, “el león duerme esta noche”, sin embargo, casi acabando dicha melodía, se comenzaban a escuchar las palabras que todo artista quiere oír, “otra, otra, otra”, pues es señal que la presentación ha gustado al público. 
Los pequeños Cantores de Atlixco se reacomodaban para deleitar a los presentes con “Alma llanera”, una pieza latinoamericana que marcó su vida, pues la interpretaron junto con otras 400 voces en el Festival Nacional de Coros Voces por la Paz. 
Entre aplausos y gritos eran despedidos por el público para la presentación estelar de la noche, el ensamble de Cellos del Centro de Iniciación Musical Ahuehuetes; tres niñas y un joven abrazados de su violoncello arribaban al escenario para volarnos las emociones con las vibraciones de las cuerdas.
Me estremecía desde que escuchaba la primera vibración, pues siempre será fascinante escuchar música en vivo. 
Yosue, Itzel, Pilar y Fátima, integrantes del ensamble, dejaban su alma en cada roce de las cuerdas, se notaba la alegría y felicidad en sus expresiones, mientras que los presentes estábamos anonadados con su presentación, pues cuatro violoncellos en un lugar reducido, retumbaban nuestros tímpanos y nos hacían pasar un momento inolvidable.
Yosue Aguilar, maestro del ensamble, es un joven atlixquense que prefirió tocar las puertas de CDMX para desarrollarse profesionalmente, y vaya que lo ha conseguido, pues el cuarteto se miraba sólido y con ganas de seguirse superando.
Con interpretaciones de Paganini, Coldplay, y del gran referente de la música de la academia, Johann Bach, el ensamble de Cellos del Centro de Iniciación Musical Ahuehuetes nos mantenía inertes, admirando su arte.
Al transcurrir el repertorio, el momento del romanticismo se hacía presente con ”La Vie En Rose” de Edith Piaf, una pieza que nos colocaba en un lugar soñado: la noche, luces cálidas, un árbol que nos cubría del sereno, aire fresco y una compañía familiar.
Sin embargo, en cuestión de segundos el aire fresco se volvía frío, la lluvia amenazaba con caer, a pesar de eso, los presentes queríamos seguir escuchando el sonido de cada cuerda, así que el cuarteto de Cellos nos ponía en onda con “We Are The Champions” de Queen, con palmas y coro nos dejábamos llevar por la música. 
Pero era imposible detener a la naturaleza, el aire venía acompañado de pequeñas gotas, por lo cual, el momento que nadie quería había llegado, la última pieza que interpretaban era “Blitzkrieg Bop” de Ramones.
Yosue, Itzel, Pilar y Fátima tomaban sus instrumentos y corrían hacia adentro del lugar, mientras el público iba tras de ellos, pues las gotas de lluvia cada vez eran más grandes, y cuando todos estábamos adentro, Tláloc dejó caer tremendo aguacero, así que no tuve otra opción que hacer nuevos amigos.

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